Octubre 2012
En
la semana anterior a las elecciones municipales del domingo 28 de Octubre en
una entrevista con El Mercurio, el Secretario General de la Presidencia,
Cristián Larroulet hace un pronóstico de lo que espera el gobierno
en materia de resultados municipales. Según sus pronósticos: “tendremos
tres triunfos importantes”.
En
primer lugar, afirma que el oficialismo ganara –“lideraremos”, dice- “el
porcentaje de la población gobernada por alcaldes de la Alianza”. Esto, no
significa más Alcaldes ni más votos en Alcaldes. Una sutileza de la ingeniería
política. De hecho, esta proyección la viene haciendo el sector desde hace
varios meses. En segundo lugar, “en las
15 comunas con mayor cantidad de votantes, 2/3 de esas comunas van a mantenerse
siendo lideradas por Alcaldes de la Alianza”. Es decir, proyectan ganar el
Alcalde en 10 de ellas. Y en tercer lugar, afirma que “en la capitales regionales vamos a seguir teniendo la mayoría”.
Finalmente,
para el gobierno son cuatro las comunas emblemáticas: “Santiago, Aysén, Coyhaique, Constitución, Freirina, por ser comunas
donde ha habido una situación con movilización social y en las que mucha gente
ha venido a cuestionar las políticas de gobierno. En esas comunas vamos a
obtener un triunfo”.
Y
a esto, hay que agregar que estimaba que aumentaría la votación en 600.000
electores; al pasar de los 6.9 millones de las municipales del 2008 a 7.5
millones.
Veamos,
¿cómo le fue al gobierno según sus
proyecciones? La evidencia es única: le fue mal; muy mal. Todos los actores
lo han reconocido. Sin embargo, al mirar
las cifras globales la derrota no es tan profunda como se ve en un primer
momento. El efecto de los que ocurre en Santiago, Concepción, Providencia y
Ñuñoa nos da una visión “distorsionada” de lo que sucede con los grandes
números y con las proyecciones de Larroulet.
No
obstante, el oficialismo pierde la batalla más relevante: en Alcaldes y en votos. La victoria del 2008 fue
breve. En votos, mientras en la municipal anterior la derecha le gana a la
Concertación por dos puntos porcentuales; en estas, la Concertación le gana a
la derecha por seis puntos porcentuales. Y en Alcaldes, el gobierno pierde 23
municipios y la Concertación gana 21.
Primer triunfo que no fue.
En lo global, el gobierno no gobierna más gente que la oposición según los
municipios que cada sector tiene. Si consideramos las 20 comunas con más
habitantes –que representan el 26% de la población- el oficialismo le gana a la
Concertación 43% a 39% No obstante, a nivel nacional esta tendencia se invierta
a favor de la post-concertación. Sin embrago, hay un equilibro de fuerzas al
interior del duopolio en relación al número de habitantes gobernados desde el
poder local.
Segundo triunfo que no fue.
De las 15 comunas con más inscritos
sus proyecciones apuntaban a seguir gobernando en 10 de ellas. En estas comunas
se encuentra el 26,5% de los electores del país.
En
este nivel, de las once que tenía (8 UDI y 3 RN) bajan a nueve (7 UDI y 2 RN).
Al contrario, la Concertación sube de tres (1 PS y 2 DC) a cinco (1 PS, 1 PPD y
3 DC). El oficialismo sigue teniendo Alcaldes en Puente Alto, Viña, Valparaíso,
La Florida, Las Condes, San Bernardo, Rancagua, Tala y Temuco). Perdió, Santiago,
Ñuñoa y Concepción.
Larroulet,
en este pronóstico no habla de número de votos. Sin embargo, en estas quince
comunas el gobierno gana. Mientras el gobierno baja del 50,12% al 47,92% entre
una y otra municipal; la Concertación se matiné en torno al 38 por ciento de
las preferencias. En definitiva, en estas comunas el oficialismo logra el 48%
de los votos y la post-concertación el 38%. Gana el gobierno.
Tercer triunfo que si fue.
En las quince capitales regionales el
gobierno proyecta seguir siendo mayoría. En estas comunas se encuentra el 19%
de los electores del país. Efectivamente –como esperaba Larroulet-, en número
de votos siguen siendo mayoría. Las fuerzas están muy equilibradas entre la
Concertación y el oficialismo en votos. De hecho, el gobierno baja levemente
del 40,4% al 38,8% y la Concertación sube –también levemente- del 35,5% al
36,8%.
En votos gana el oficialismo 39% contra 37%. Sin embargo, en número de Alcaldes el cambio fue significativo.
En efecto, el oficialismo de ocho alcaldías (6 UDI y 2 RN) baja a cinco (3 UDI
y 2 RN). A su vez, la Concertación sube de dos (2 PS) a seis (2 PS, 1 PPD, 1
PRSD, 1 DC y 1 independiente en pacto en Punta Arenas).
Cuarto triunfo que no fue.
En las comunas emblemáticas tampoco obtuvieron el triunfo esperado. El gobierno
define cinco comunas como emblemáticas: Santiago, Constitución, Coyhaique,
Aysén y Freirina. En el 2008 logran tres comunas (Santiago, Freirina y
Coyhaique). En el 2012 pierden las tres; pero, ganan Constitución y Aysén en
ambas con independientes en pacto. En Alcaldes pierde. En términos de votos
–sin considerar Santiago- la Concertación gana por cuatro puntos porcentuales.
En votos, también pierde.
También,
quedaron cortos en la abstención y en el número de electores en relación a los
votos emitidos en el 2008. En rigor, en este ítem todos quedamos cortos. Esta
dimensión de la “crisis en la política” merece una mención aparte.
Estos
resultados –de modo preliminar- muestran, en primer lugar, que el gobierno gana
una derrota política y electoral que deja perdedores y ganadores en el
oficialismo. El gran perdedor es el Presidente, Golborne y la UDI; y los
triunfadores, Ossandón y Allamand.
En
segundo lugar, aumenta y se fortalece la percepción de que en un año más
perderán el gobierno. De hecho, la “santa del silencio” es la gran ganadora de
estos comicios. También, lo ha hecho la post-concertación que –ahora- tiene
algo con que seducir a la mujer ONU: unidad y apoyo ciudadano.
En
tercer lugar, la inauguración de esta nueva mayoría genera las condiciones
políticas para abrir un camino de importantes transformaciones. De este modo,
la Concertación de partidos por la democracia se transforma en la Concertación
por la igualdad.
Y
finalmente, frente a esta nueva realidad electoral la derecha asumirá
posiciones defensivas que harán que la reforma al binominal encuentre,
nuevamente resistencias. De este éste momento, la batalla tendrá como objetivo
mantener cuotas de poder en el parlamento y de ese modo impedir que el doblaje
haga posible tener los quórum para impulsar las grandes transformaciones que el
nuevo ciclo socio-político demanda.