Junio-2013
Las
primarias presidenciales generan más dudas que certidumbres. La convocatoria,
el que sale segundo en la Nueva Mayoría, si Allamand es o no el candidato del
oficialismo y la distancia en votos que hay entre Bachelet y sus competidores
directos son los principales aspectos que se van a dilucidar el próximo
domingo.
Sin
embargo, hay dos elementos más que están en juego: el estado de la “crisis del
triple pack: representación, participación y legitimidad y la evaluación de las
primarias no sólo en relación a cómo funciona en términos operativos, sino
también como reforma política orientada a resolver la crisis en la que está
inmersa la política de hoy.
Todos
estos elementos pueden analizarse en función de 5 claves: coyuntura,
participación, resultados, efectos y evaluación.
La coyuntura.
El proceso de la primaria se inserta en una coyuntura socio-política que está
condicionada por tres dinámicas; las toma de los secundarios, la crisis del “triple pack” y la competencia
presidencial.
La
“toma” de los estudiantes secundarios de
establecimientos que están destinados para lugares de votación puede ser una
variable que influya de manera decisiva en las primarias. Todo depende de la
manera en que se resuelva el conflicto a
corto plazo. Desalojo, cambio de locales y “bajada” de la toma son las
alternativas que se barajan para resolver la situación. En esa dirección
desalojar colegios –por medio de la violencia- es la solución más dañina; para
todos. El destino de la primaria depende de la respuesta que se dé a este
escenario.
La
política chilena están inmersa en una crisis de representación
–distancia y desprestigio-, de participación –la gente no vota- y de
legitimidad –la gente no cree-. La primaria, por tanto, es la oportunidad
para evaluar su estado. De ese modo, podremos observar como la crisis se estabiliza, se profundiza o muestra signos de mejoría.
En la coyuntura actual no hay ningún antecedente o motivo para pensar en que se
comienza a revertir la crisis del “triple pack”.
La
característica del debate presidencial es una variable que también
podría influir –de manera positiva- en los resultados de la primaria como
evento democrático. En efecto, en la coyuntura presidencial se definen aspectos
sustantivos del modelo de desarrollo chileno. Por primera vez, en muchos años
se discute sobre el tipo de sociedad que se va construir en las próximas
décadas. Sin duda, una variable que debiera motivar a los electores.
La participación.
En otros artículos he planteado que la convocatoria deberá estar –a modo de
hipótesis- en torno a 1.1 y 1.7 millones. Una cifra, por tanto, que podría
ubicarse en torno a 1.4 millones es razonable dados los datos disponibles. En
relación a los pactos, la “Nueva Mayoría” debería superar la convocatoria del
oficialismo.
Los resultados.
Estos se manifiestan a dos niveles: entre los pactos y al interior de los
pactos. El análisis no sólo debe considerar la cantidad de votos que cada pacto
y/o candidato obtiene, sino también la distancia
que se manifiesta entre unos y otros.
La
diferencia de votos es significativa por el hecho de que la competencia
electoral-presidencial es más competitiva en la medida en que la diferencia de
votos sea menor. Al contrario, será menos competitiva en la medida en que la diferencia
de votos sea más amplia. De hecho, la diferencia podría –perfectamente- ser
irremontable.
Entre los pactos,
son tres las competencias que tienen efectos de poder significativos para el
escenario presidencial que se abre desde el primero de julio: a) qué pacto lleva más gente y que
diferencia se manifiesta entre ellos, b)
quién saca más votos individualmente y que diferencia se expresa entre los seis
presidenciables y c) cuántos votos
tiene Bachelet en comparación a los votos del ganador de la primaria
oficialista y al total de dicho pacto.
Dichos
indicadores, por tanto, serán una señal potente para la dinámica que va asumir
el escenario presidencial post primarias. Entonces, ¿se debilita, estabiliza,
se consolida o se profundiza la ventaja que Bachelet manifiesta en las
encuestas?
Al
interior de los pactos también
resulta interesante observar los resultados. La competencia del oficialismo
“aparentemente” es más competitiva. Sin embargo, distintas encuestas dan como
ganador a Allamand. Pero, como a la UDI le gusta “sorprender a Chile” hay que
esperar. No sólo hay que conocer los efectos concretos que puede tener la
máquina partidaria del gremialismo, sino también los efectos que puede producir
la imagen de Golborne en la campaña de Longueira –principalmente, en la
franja-. Estas cifras darán respuesta a interrogantes como ¿qué rendimiento
tuvo la interpelación recurrente al electorado de Velasco y Orrego?, ¿qué
diferencia se manifestara entre Allamand y Longueira?
Golborne,
aparecerá como un fantasma.
En
el pacto “Nueva Mayoría” es altamente probable que la ganadora sea
Bachelet. He visto encuestas que oscilan entre 56% y 70%. Hay optimistas, que
hablan de un 80%. En consecuencia, resulta más interesante observar quién sale
segundo: ¿Velasco, Orrego, Gómez?
Sin
duda, el orden de llegada y la distancia en votos entre cada uno de ellos es de
suma relevancia para la correlación de fuerzas al interior de la Concertación
2.0. ¿Quién gana: Orrego o Velasco... qué distancia se manifestará entre
ellos?, ¿cuánto suma Bachelet y Gómez?, ¿por quién votarán las bases del PC?,
son algunas interrogantes que van a definir el curso de los acontecimientos en
las post primarias.
Los efectos.
Los resultados electorales de la primaria son relevantes por el hecho de que
generan efectos de poder en el mapa del poder político a corto y largo plazo.
Estas consecuencias son de cuatro tipos: sistema político, oficialismo,
oposición y relación de poder entre la oposición y el oficialismo.
a.
La primaria es otra oportunidad para evaluar la crisis de participación,
representación y legitimidad del sistema político. Entonces, este evento
democrático se manifestara –en esta ocasión- ¿cómo profundización,
estabilización, consolidación o punto de inflexión de la crisis “en la” política?
b.
En el oficialismo el efecto más relevante tiene que ver con el
posicionamiento presidencial y las posibilidades reales y concretas de ganar en
noviembre. Pueden quedar en buen o mal pie para la competencia parlamentaria y
presidencial.
En
rigor, las consecuencias positivas o negativas se expresaran fuertemente al
interior de cada partido. Para la UDI, la derrota –sobre todo, si es amplia-
abre un escenario interno muy complejo que pone en riesgo el rol
“preponderante” del gremialismo en la política chilena.
c.
Los efectos en la oposición tienen relación directa con la redacción
final del programa, con la organización del comando y de la campaña, con el
diseño del gobierno y con el rol de la DC en el nuevo escenario.
Sin
embargo, no podemos olvidar que el rol de cada partido en este pacto no sólo es
cuantitativo, sino también cualitativo.
d.
La primaria pone nuevamente en juego la relación de poder entre el
oficialismo –gobierno y partidos- y la oposición. En efecto, el resultado de la
primaria define, de modo significativo, el escenario presidencial que se abre
desde el lunes próximo. Quién tiene mejor posicionamiento es lo que esté en
juego en esta primaria. ¿Es tan fuerte e imbatible el liderazgo de Bachelet? es
la pregunta clave de este evento. O, al contrario, ¿será posible vencerla?
Y
de modo paralelo, los resultados también darán pistas en torno a la fuerza que
tiene el “programa de la inclusión” para su implementación. Este aspecto es de
suma relevancia no sólo para la inflación de las expectativas que se han ido
produciendo, sino también para el rendimiento de la lista parlamentaria
opositora.
La evaluación.
La evaluación de las primarias es doble: gestión y rendimiento. Con el primer
caso me refiero al resultado positivo o no que va tener la operación del acto
electoral: ¿qué problemas operativos van a surgir? es la interrogante. Se
espera, no obstante, que esas potenciales dificultades –muchas de las cuáles ya
circulan- no impacten de modo negativo la legitimidad de la primaria.
Con
el rendimiento me refiero al impacto que tiene la primara sobre la crisis del
triple pack. No hay que olvidar que la inscripción automática, el voto
voluntaria y la primaria forman parte de la agenda política del gobierno que
tiene como objetivo “vitalizar la
democracia chilena”. En consecuencia, este evento dará cuenta de la
efectividad de la primaria para contribuir a resolver la crisis que invade a la
política chilena de hoy.
Como
hemos visto, las interrogantes son múltiples. Sólo los resultados del próximo
domingo podrán responder las preguntas que se han planteado y que contribuyen a
generar alta incertidumbre. Lo relevante, es que la coyuntura que se abre
depende de cómo se responda a cada una de esas dudas. Ahora, son los ciudadanos
los que deben actuar y movilizar sus deseos y voluntades. Sus decisiones, definirán
el curso de los acontecimientos de las post primarias.