miércoles, 17 de febrero de 2016

Las platas de Ñuñoa

Febrero-2016

Conversando con Guido Benavides
Concejal RN Ñuñoa

Las platas municipales siguen jugando un rol central en la política local. Sin duda, será un tema recurrente en la campaña; sobre todo, al interior de la fuerte pugna que hay en la derecha local entre el “sabatismo” y la dupla Zarhi-Caro. Cómo una forma de equilibrar las acusaciones de un lado y otro, conversamos con Guido Benavides sobre las platas del municipio.

Si nos concentramos en el tema de las platas de la municipalidad, en particular, las últimas declaraciones a propósito del sumario de la Contraloría, me parece que hay que entender en el largo plazo esta coyuntura; sobre todo, desde las acusaciones de déficit que empiezan a suceder desde septiembre u octubre del año pasado. Por tanto,  este episodio es uno más de una larga sucesión de declaraciones públicas que en términos políticos tiene como fin desacreditar la gestión de Sabat. ¿Cuál es tú visión del asunto?

Estoy de acuerdo, sobre todo, cuando vemos el tratamiento que se le está dando al tema. Hay dos opciones: ignorancia o mala fe. Donde ha podido el Alcalde ha dicho que se dejó un presupuesto inflado de $ 68 mil millones y que hoy debe funcionar sólo con $ 43 mil millones…

Pero, ¿por qué ignorancia o mala fe?

En primer lugar, efectivamente el presupuesto del año 2015 es lo que él dice; pero, el presupuesto que Sabat dejó presentado para el 2016 era de $ 53 o $ 55 mil millones. Esto ocurre porque el presupuesto del año pasado –de $ 68 mil millones- contemplaba el aporte que el gobierno central hace a educación que son $ 15 mil millones y que por una instrucción que llega en el 2015 de Contraloría –a todos los municipio- que dice que esa plata que pasaba del municipio a la Corporación, ahora pasara directamente a la Corporación sin la mediación del municipio. Por tanto, al hacer la resta quedamos en la cifra que te mencione y que fue el presupuesto que dejó el ex Alcalde. En segundo lugar, cuando Zarhi recibe la propuesta de presupuesto él dice que esta inflado y que es una mentira; y que, hay que ajustarse a la realidad y bajarlo a $ 45 mil millones. Pero, los primeros días de enero y luego de haber sido aprobado el presupuesto se modifica y se agregan como $ 5 mil millones; es decir, con eso llegamos a una cifra muy similar al presupuesto que dejó Sabat.

¿Cuál es la ignorancia o la mala leche?

Instalar en la opinión pública que hay un presupuesto de $ 68 mil millones y que va tener que funcionar con $ 43.000 millones. Está mintiendo por dos razones; porque no hay que considerar esos $ 15.000 millones y porque hay una modificación presupuestaria. En definitiva, se trata de dos presupuestos muy similares.

Me da la impresión que mucha de la confusión tiene que ver en cómo se maneja un presupuesto y cómo se hace el balance final al terminar el año; por lo que, es posible jugar con las platas de la misma manera que lo hace cualquier familia.

Claro; uno juega con las cifras y con el ítem. A diferencia de tú plata o la mía es que la eficiencia en un presupuesto público es gastar la plata y no guardarla; es decir, mientras más ejecuto, más aplausos me llevo porque quiere decir que fui eficiente en los gastos y que efectivamente gaste lo que tenía presupuestado. No hay que olvidar que Zarhi era concejal y el voto a favor de todas las modificaciones presupuestarias que presentó Sabat y él jamás advirtió lo que hoy día está señalando.

Pero, es difícil hablar de ignorancia cuando hay asesores y gente que sabe del tema.

Cuando se discutió el presupuesto con su personal de confianza estos temas se hablaron y los asesores reconocieron que el presupuesto debía tener algunos ajustes y que había que considera este recorte de los $ 15.000 millones. El que hace las declaraciones públicas es el Alcalde y no sus asesores por lo que es una mentira cuando dice que hoy debe resolver con $ 43.000 millones.

¿Por qué tendría que mentir?

Porque no sabe o para justificar su ineficiencia echándole la culpa a la gestión anterior. Es falso que tenga que hacer lo mismo que se hacía antes con $ 68.000 millones. No son $ 43.000 millones; por lo que te explique son dos presupuestos muy similares. Yo pregunto, ¿por qué no se hace cargo de que en Enero en la Corporación de Desarrollo Social no se pagaron las cotizaciones dentro de plazo y las pagaron después?; ¿por qué no se hace cargo que no pagaron, por primera vez en la historia, reconocido por el Secretaria General de la Corporación, el bono PSU?

¿Cuál es tú respuesta?

El Alcalde dice que no hay plata. Pero, yo te invito a averiguar cuanta gente nueva han contratado en la Corporación; si no hay plata porque contrato gente. Se trata, en definitiva, de enlodar la gestión Sabat.

Esto de las platas comenzó al salir Sabat. En consecuencia, en esa fecha ¿había déficit municipal?

Yo tendría cuidado con hablar de déficit. Cuando se dice que hay un déficit, la gente lee que no hay plata y que falta plata. Cuando Zarhi habla de déficit habla de la ignorancia porque sólo se puede hablar de déficit cuando termina el ejercicio presupuestario el 31 de diciembre. Por ello, todo informe anterior a esa fecha es relativo porque esas cifras hay que proyectarlas al terminó del año presupuestario. Cuando yo le preguntaba a él y a sus asesores por la proyección de los ingresos de octubre a diciembre –como una forma de saber si podría hablarse o no de déficit- las cifras no eran tan negras como se decía. De hecho, cuando recibimos el informe del año 2015 efectivamente hay una deuda de como $ 1.900 millones. Se trata, por tanto, de una cifra muy menor y manejable. A mí, me gustaría saber cómo va quedar el municipio cuando termine su gestión.

Según lo que dices, ¿no hay déficit cuando asumió Zarhi?

No se puede hablar de déficit al medio de un ejercicio presupuestario.

¿Qué rol juega la clínica en este déficit?

Una de las razones que da Zarhi para ponerle fin al comodato de la clínica y que la administración volviera a la municipalidad de la Corporación, es que la Corporación no tiene dinero para solventar la administración del edifico que según dice es de $ 100 millones. Pero, en la última modificación presupuestaria nosotros le traspasamos a la Corporación $ 1.000 millones para el ítem de administración del edificio de la clínica; por lo tanto, la plata esta. Ahora, como el 01 de febrero se puso fin a ese comodato yo me pregunto ¿cuándo vamos a tener de vuelta la plata porque ya no se justifica que esta allá?

Espero que esa plata vuelva al municipio en la próxima modificación presupuestaria. Además, también espero que son se esté usando para pagar las nuevas contrataciones de personal.

¿Qué pasa con la última polémica del sumario de la Contraloría?

Se detecta una gran cantidad de dinero que no se cobró por concepto de patentes y derechos desde la década de los ochenta. Junto a esto, encuentra que hay problemas con el sistema de registro computacional que no ha sido eficiente en captar los datos del antiguo sistema; por lo que, hubo datos y registros que no se incorporaron al nuevo sistema computacional. Entonces, la Contraloría hace un sumario por este punto. Esto, nuevamente viene a generar confusión en la opinión pública porque queda la sensación de que Sabat aparte del déficit no cobró como $ 20.000 millones.

¿Qué pasa con las deudas que se mencionan con Chilectra, Demarco y otras menores?

Siempre hay que pagar cuentas y facturas mensuales, trimestrales. Él fue concejal once años y fue solidariamente responsablemente con lo que ocurría; por lo que, hoy no puede estar diciendo que está conociendo lo que pasa en la municipalidad. Es más, por los informes del movimiento de las platas que se nos entregan trimestralmente y por la inquietud de cada uno de los concejales, el Alcalde estaba en pleno conocimiento de los movimientos financieros de lo que se gastaba e ingresaba; él estaba, teóricamente, involucrado en la gestión cuando era concejal. Por eso digo: ignorancia o mala leche.

¿En qué está la auditoria que se pidió?

La Nueva Mayoría presentó la solicitud que Zarhi aceptó. Quedó en proceso de elaboración de las bases. Desconozco en que esta. Hasta hoy, no me ha llegado nada.

Desde el punto de vista de las transparencia de la platas es una idea buena idea para todos; ¿qué te parece?

Es lo más normal y natural del mundo. Me gusta que se haga porque va clarificar muchas cosas. Pero, siento que la finalidad de Nueva Mayoría con la complicidad de Zarhi es instalar la idea de que hay deuda, que había desorden y que todo estaba mal hecho en la gestión anterior. Lamentablemente se logró el objetivo de que hay problemas de plata y que Pedro Sabat es el responsable.

Es delicado el tema de las platas y hacer acusaciones sobre todo cuando es con fines políticos. A tú juicio ¿estas polémicas son más reales o artificiales en el sentido de buscar beneficios políticos?

El manejo de plata es un tema muy delicado, sobre todo, cuando son recursos públicos. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice; más aún, cuando lo dice un Alcalde. Él no tuvo ese cuidado e instalo algo que no sabes si es así o no. Yo tengo claro, que no es así. Es más, como concejal él sabía que no era así; pero, hoy día para justificar el no poder realizar muchas cosas opta por lo más fácil: no hay plata porque la gestión anterior dejó deudas.

Finalmente, ¿cuál es la real situación financiera del municipio hoy?

Si tan mal estamos de plata porque suplementamos como nunca el ítem Publicidad y difusión; ¿porque es año electoral? Si tan mal estamos de plata porque se contrata más personal. Es obvio, que si yo tengo tantos problemas de plata me apretó el cinturón en todo y hoy no se ve eso en la municipalidad.

Esto ¿va seguir siendo un tema de campaña?

El Alcalde no tiene porque ser un experto en presupuesto. Para eso tiene sus asesores y expertos y no tengo dudas que sus equipos se lo han dicho. No sé porque sigue insistiendo ante la opinión pública y los medios  porque cuando su discurso al interior del concejo y comisiones de presupuesto es otro.

Ordenemos lo que acabas de mencionar; ¿cuál es el discurso ante la Opinión Pública?

Que Sabat dejó un presupuesto inflado y que hoy va tener que funcionar con $ 43.000 millones. Y, que la gestión anterior dejó déficit y deudas.

¿Cuál es el discurso ante el concejo y la comisión. 

Cuando discutimos el presupuesto con los equipos técnicos quedó claramente establecido –están las actas- nunca íbamos a tener un presupuesto similar al anterior porque estaba el tema de la Contraloría que lo rebaja en $ 15.000 millones. Luego, con la última modificación presupuestaria se llega a un presupuesto similar en torno  los $ 53.000 millones. ¿Por qué no dice nada de esto a la Opinión Pública?

miércoles, 10 de febrero de 2016

El Chile post Neoliberal, ¿hacia dónde vamos?

Febrero-2016

Durante la campaña presidencial anterior se habló de modo recurrente sobre el nuevo ciclo que se abría en el Chile post Concertación. Por arte de magia y una vez instalado el nuevo gobierno desapareció del debate público y del lenguaje de la política la idea del nuevo ciclo. Quizás, porque se entendió que ya estábamos en plena nueva época y que las reformas estructurales eran la expresión del nuevo Chile que había emergido. En consecuencia, surge una pregunta: ¿estamos asistiendo a un nuevo Chile?

Inexorablemente, el país avanza es su tectónica hacia nuevas formas y dinámicas sociales. De hecho, el clima de crispación y de desconfianza que nos inunda es resultado de que estamos en una época de cambios que lentamente nos acerca hacia una nueva época. Vivimos y somos parte un cambio de época que por estar todo el tiempo en estado de latencia no entrega señales que den claridad hacia donde avanzamos.

Sin embargo, las señales de cambio son múltiples y la fatiga de lo existente evidente. El país neoliberal post Concertación se cae a pedazos. El Chile de Longueira, Allamand, Piñera, Lagos, Escalona, Insulza, Lavín, Novoa y otros ha comenzado su retirada. Por cierto, se resisten como todo instinto de sobrevivencia y como todo poder que no quiere ni soporta perder lo que considera su derecho natural.

El proceso de cambio es lento, complejo y doloroso. No sólo son cambios políticos y económicos, sino también –y, sobre todo- culturales. El proceso de transformaciones se complejiza cuando observamos que forma parte de cambios mundiales en el que las redes y el empoderamiento ciudadano están poniendo en jaque las formas tradicionales del poder y de la política; incluida, la democracia liberal  representativa y las tesis del crecimiento ilimitado.

En Chile asistimos a cambios profundos. La crisis del poder expresada en la distancia con la política, con sus actores e instituciones y en la desconfianza no es resultado de los problemas derivados del financiamiento ilegal de la política, de las campañas electorales y de los escándalos que vemos día a día como espectáculo mediático. Se trata, de una crisis que tiene que ver con que los nuevos tiempos locales y mundiales requieren formas distintas de articulación, participación y mediación política. Las formas tradicionales cuya máxima expresión es la democracia representativa, la horizontalidad piramidal del poder y los partidos de la sociedad de masas no dan respuesta a una sociedad que cambia a pasos agigantados su anatomía y fisiología.

Junto a este desfase, en Chile observamos un cambio de élite que recién muestra sus primeros signos, avanzamos hacia una nueva forma de entender lo público y lo estatal, a nuevas formas de financiar la política, hacia mayores estándares de transparencia, hacia nuevos equilibrios del poder político y social, hacía un nuevo sistema electoral que va superar –sin cambiar mucho el mapa del poder- el eterno empate del binominal. En este nuevo Chile el poder político se atomiza y se fragmenta en la emergencia de múltiples grupos de poder que claman por un espacio en este nuevo mapa de la correlación de fuerzas.

En este cuadro vemos como la estructura de poder dominante hasta hace unos años se cae a pedazos: cayó la Iglesia con Karadima, los partidos, los actores y las instituciones de la democracia y el poder económico de los grupos enriquecidos durante años de dictadura. De la misma manera tiembla la omnipotencia del poder militar –salpicado por las violaciones a los derechos humanos y los casos de corrupción, cuya última expresión es el milicogate- y los medios masivos están presionados por las redes y las audiencias segmentadas.

En este contexto de cambios profundos –más latentes que manifiestos-, se instalan nuevas temáticas y surgen grupos correlativos de presión que tienen y expresan demandas de distinto tipo: de las multiculturales hasta las ambientales y de las libertades civiles a las espirituales de la “autoayuda”: todo un nuevo universo de referentes culturales e ideológicos.

En este nuevo orden cultural, por tanto, los políticos van cediendo terreno frente a los consumidores y los ciudadanos empoderados. No se trata, de que la política como actividad “natural” del hombre este sucumbiendo; sino de que hay otros actores y otras formas de participación y demandas que se comienzan a imponer. El político tradicional ha muerto y su brazo operativo también: el partido y el sindicato.

En el plano de la economía también los cambios son evidentes. La crisis actual también es resultado de la retirada –por cierto, poco visible- del neoliberalismo como la ideología de la catalaxia hayeksiana y la “mano invisible” de Smith. De hecho, las reformas estructurales de la Nueva Mayoría bajo la conducción política de Bachelet “atentan” –de ahí, la conflictividad de la época- contra importantes aspectos del neoliberalismo criollo: lucro en dimensiones básicas de la existencia -salud, educación, pensiones-, relaciones laborales, reforma tributaria que transfiere recursos del sector privado al sector  público y la tendencia –asistimos a los primeros brotes- hacia un Estado más activo en lo económico.

Surge, por tanto, desde las entrañas de la economía neoliberal no sólo un sentimiento y una demanda por una economía solidaria, sino también se instala la necesidad de un modelo de desarrollo productivista y no meramente extractivo. De hecho, la crisis del precio del cobre y el agotamiento de la economía de commodities imponen como necesidad política avanzar hacia un modelo de desarrollo distinto. Los nuevos tiempos ponen en jaque al Estado subsidiario y abren paso a un Estado de derechos.

Junto a estos cambios en el plano de la economía asistimos a la necesidad de desarrollar e impulsar economías sustentables que impongan un nuevo trato con los recursos del planeta. La tesis y la ideología del crecimiento ilimitado –y por naturaleza desigual- no es compatible con el futuro. Ha llegado el momento de cuidar el planeta y de generar una relación amigable con la tierra. La razón instrumental nos muestra día a día su fracaso. Debemos superar las energías a base de combustión fósil, empezar a cuidar el agua, fomentar el reciclaje y proteger la biodiversidad.

Finalmente, en el plano de la cultura asistimos a cambios profundos no sólo sustentados en la “inflación” de las libertades, sino también en el avance de la tecnología, la robótica, las realidades virtuales y la biología genética. Culturalmente, emerge un ciudadano de nuevo tipo que reclama y exige que su soberanía –enajenada por el pensamiento político moderno del pacto- sea devuelta. Este es, sin duda, un cambio de alto impacto.; quizás, la fuente de la crisis actual de la política de la sociedad de masas. En el Chile de hoy su influencia es evidente. En el plano de la cultura asistimos al paso del individuo al sujeto; del orden conservador al orden secular y liberado de ataduras conceptuales y operativas.

De hecho, si este cambio lo observamos en el largo plazo observamos que desde los noventa el avance en esta dimensión ha sido significativo: pasamos de la ley de divorcio al matrimonio igualitario, del hijo ilegítimo al hijo criado por parejas del mismo sexo, de la muerte natural a la eutanasia, de un país que hace 25 años prohibió la entrada de Iron Maiden y la exhibición de la “Última tentación de Cristo” a un país que ha visto a la banda británica 8 veces y que ha quedado anonadado con las películas “El bosque de Karadima” y “El Club”.

Asistimos, en consecuencia, a un país que cambia de manera radical como diría un radical de viejo cuño, de manera revolucionaria como diría un marxista, de manera espontánea como diría un neoliberal ortodoxo y de manera gradual como diría un socialdemócrata. Da lo mismo. Lo relevante es que la sociedad chilena ha cambiado y seguirá su proceso de transformación. Los cambios son muchos y tan profundos que no alcanzamos en este relato a comprender ni menos a identificar en su totalidad. 

Lo que sí, es evidente, es que este proceso de transformaciones estructurales a nivel político, económico y cultural ha necesitado un liderazgo político. En efecto, hay una figura política que vino a liderar ese cambio: Michelle Bachelet. Todo comenzó en su primer mandato con un gobierno ciudadano centrado en la “protección social”. Todo culminara en su segundo mandato cuando en marzo del 2018 entremos al Chile post neoliberal. Desde ese momento, las tendencias y las demandas de cambio seguirán instaladas y presionando. La restauración conservadora no podrá evitar lo inevitable.

lunes, 1 de febrero de 2016

Los dilemas de la derecha en Ñuñoa

Febrero 2016

Conversando con Andrés Zarhi, Alcalde de Ñuñoa
Segunda Parte

Mientras en la primera parte –publicada el viernes pasado- nos concentramos en los problemas de la comuna y en un diagnóstico sectorial, en esta segunda entrega lo hacemos en la coyuntura política de la comuna y en las próximas municipales. Entró a la política en el 2004 al convertirse en concejal por Renovación Nacional a petición de Pedro Sabat. Fue primera mayoría en el 2004 y en el 2012. Afirma que no va a primarias y que será el candidato único del sector. Además, no hay que olvidar que un candidato que se autodefine como “no político” puede tener buenas posibilidades de ganar la elección; sobre todo, si consideramos el clima de desconfianza y desprestigio en los que se va desarrollar la municipal de octubre.

Usted ha dicho que “nunca le ha gustado la política y que no se siente un político”, ¿a qué se refiere con esa afirmación? 
Sí; nunca me ha gustado la política… yo no me siento un político. Yo estoy acostumbrado hacer el bien sin mirar a quien. Para mí el bien en la comuna es la gente y no mirar el partido. Por ejemplo, el otro día la Alejandra Placencia me pidió el salón verde de la Corporación Cultural para una actividad de los comunistas y se lo pase sin ningún problema. A mí no me importa de dónde sean las personas.

Entonces, ¿por qué entro a la política si no le gusta?
Me pareció interesante el desafió. De hecho, lo primero que tuve que hacer fue inscribirme en los registros electorales; eso te demuestra que me no me gusta la política. Si bien agradezco el apoyo que me dio RN, yo no soy muy político partidista; si bien represento al partido –ahora soy independiente-, yo trabajo por toda la gente de la comuna. Los beneficios se los entregó a todos por igual. Con el tiempo fui conociendo gente y aprendiendo como piensan los políticos. Conocí gente extraordinaria como Manuel Guerrero, la Danae, Rosasco. A mí no me gustaba la política porque era sucia y ahora que la conozco por dentro me doy cuenta que es muy sucia.

¿Eso lo complica?
Yo estoy acostumbrado a actuar con lealtad y con honradez. Yo no actúo políticamente; yo actúo como servidor de la comuna. El trabajo de Alcalde es de servicio a la comunidad y esa es labor que tenemos que hacer. Yo estoy para solucionar los problemas de la gente; no me importa el color político ni la estrategia política.

Eso, sin duda, lo posiciona con un estilo y con una forma de hacer política; ¿qué define ese estilo, esas formas?
Yo tengo un estilo de mandar y una forma de ser que no me la van a cambiar. Es un estilo de puertas abiertas, de colaboración, de cercanía, de diálogo. Yo soy un ser humano común y corriente. Quizás, por eso la gente me empezó a respaldar cuando se fue Sabat.

Según lo que dice, ¿ese estilo o esa forma de ser contribuyo para que usted sea Alcalde?
Los propios funcionarios me pidieron que aceptara el desafió de asumir la alcaldía y que no dejara que fuera Benavides; recibí apoyo de muchos sectores, incluso de la Nueva Mayoría.

Entremos a esa disputa política, ¿cómo fueron las negociaciones y los quiebres que se generaron e hicieron posible que usted hoy sea Alcalde?
En un primer momento yo estaba dispuesto sólo para cumplir lo que quedaba de mandato. Pero, para el sector el sucesor debía asumir por este período e ir a la reelección; querían una persona que se proyectara. Pero, esta condición me hizo dudar. Luego, cuando estaba el acuerdo de que sería Benavides, la gente me empezó a pedir que asumiera el desafió.

Hasta aquí, usted habla de apoyo de los funcionarios y de sectores de la Nueva Mayoría, pero ¿qué pasa con los vecinos?
También recibí apoyo de ellos. Primero, no olvides que tengo las primeras mayorías en la comuna. Son miles las personas que han confiado en mí. Con todos esos apoyos no podía dejar pasar la oportunidad. Era una buena oportunidad para terminar una larga carrera pública.

Pero, ¿había un acuerdo en que el sucesor sería Benavides?
Efectivamente en una reunión se acordó eso. Esto fue un miércoles –no me acuerdo bien- a las 8 de la mañana. A las 12 del día ya se sabía en todos lados que yo no iba; pero, a las 3 o 4 de la tarde cambie de opinión. Luego, en un almuerzo le comunique a Sabat que había cambiado de opinión. En realidad, se lo dije antes de empezar el almuerzo.

¿Y qué le dijo?
“Que pena”.

¿Se molestó por esa decisión?
Él se molestó porque no cumplí mi palabra. Pero, tengo derecho a cambiar de opinión. Hasta los que se casan para toda la vida cambian.

Este hecho, ¿quebró una amistad de años?
Sí. Después ha dicho muchas cosas de mí que yo no he querido replicar; no quiero caer en  descalificaciones. Él dice que yo no sé nada; obvio, que no sé de finanzas y presupuestos. Pero, he ido aprendiendo y tengo gente que es experta en la materia. Yo estoy para dirigir equipos y si lo hago bien voy a tener buenos resultados.

Cómo Alcalde, usted ha dicho que tiene poder económico para hacer cosas, aun cuando hay un déficits que es de conocimiento público, pero no ha dicho nada sobre el poder político, entonces ¿usted tiene poder político en la comuna para hacer una gestión exitosa que le permita ir a la reelección?
Yo tengo el poder político. De hecho, el partido me dio su más amplio respaldo. Aquí el único candidato de la derecha voy a ser yo. Y, si quieren poner a otro, es problema de ellos; que lo pongan no más.

Pero, el escenario es que ¿usted tendría que competir como independiente?
Obvio. Mi ignorancia política llega al extremo de que yo no sabía que el 23 de octubre tenía que renunciar para poder competir como independiente.

Pero, en ese caso usted no es parte de “Chile Vamos”
Si lo soy.

Usted ha dicho que va ir a la reelección y que no va ir a primarias
Yo no voy a ir a primarias.

Pero, no me queda muy claro eso de ser independiente, de haberse ido de un partido, de sentirse parte del “Vamos Chile” y de no ir a una primaria; entonces, ¿qué escenario vislumbra para la municipal?
El candidato de “Vamos Chile” soy yo. Incluso, la UDI ya me respaldó.

Es decir, no habrá un candidato del sabatismo ni primarias.
Si Sabat o Benavides quieren ser candidato, que sean candidatos. Yo no tengo ningún problema. En ese caso tendré que juntar las firmas necesarias para ser candidato; que, además, voy a juntar sin ningún problema.

En ese caso, ellos irían por el “Vamos Chile” y usted por fuera o al revés; considerando que usted afirmó que usted era parte del “Vamos Chile” y que sería su candidato.
Me da lo mismo como se dé. Lo que te puedo asegurar es que cuando se anuncien los 100 alcaldes del pacto, voy a estar en esa lista; ponle la firma.

¿Por qué esta tan seguro?
En la última elección Sabat ganó por 30 votos; pero, los otros llevaron tres candidatos. Entonces, que posibilidad va tener si también voy yo y los otros van con un candidato.

En ese caso, ese escenario tampoco es bueno para su opción
Claro, tampoco.

¿Cuál es su olfato de lo que va terminar ocurriendo?
Si el sector va con dos candidatos, no se para que crearon el “Chile Vamos”. Además, en El  Mercurio se hizo una encuesta entre distintos parlamentarios y a mí me daban 12 votos contra 5 de Benavides y dos de Sabat. Acaso, ¿no vale la opinión de esa gente?

Entonces, su sector va con uno o con dos candidatos a la elección de Octubre.
Con uno. Es la única manera de mantener esta comuna emblemática. Esa posibilidad la tengo yo; no la tiene otro candidato. Si quieren farrearse esa posibilidad, que pongan otro candidato.

A su juicio, ¿qué posibilidades hay de que venga una figura nacional a la comuna como candidato o candidata de unidad y traer la paz al sector?
Hace dos meses hable con la Cecilia Pérez. Ella me llamó y me dijo que no iba a ser candidata a alcaldesa en ninguna parte del país. Además en una encuesta también yo le ganaba.

Entonces, ¿usted será el candidato único del sector en octubre?
Llevó once años en Ñuñoa; he sido primera mayoría. Además, quién va tener mejor posibilidades que yo; que estoy haciendo cosas, que estoy con la gente, que comparto con la gente. 

Se ve que usted tiene ganas.
Sí. Pero debo reconocer que las dos primeras semanas fueron difíciles. Me di cuenta que con buen trato, sabiendo pedir las cosas y con buenos asesores no necesito hablar como político. De hecho, yo soy mucho más práctico y me gusta estar en terreno y solucionar los problemas. Yo estoy con la gente y tienen las puertas abiertas. Ese es mi estilo.